Llamádlo como queráis: enemigos, haters, trolls, hijosdepé... El caso es que todos estos conceptos llevan a pensar en el mismo tipo de persona, que es del que hoy os quiero hablar. El verdadero troll, el porqué del mismo y qué partido se le puede sacar a un seguidor troll
La primitiva necesidad de trollear
Mucha gente lógicamente se enfada al ser trolleada, ya sea en foros o en cualquier red social (como Youtube, Twitter o Facebook) y reacciona poniéndose al nivel de estos engendros, llamándoles de todo y haciendo exactamente lo mismo que estos hacen. Nunca logran conversar de una forma normal con ellos ya que los trolls buscan causar el caos.
Lo curioso del caso es que muchos lo hacen por pura diversión, les causa placer ver la reacción de la gente posiblemente porque tienen carencias, de las que no voy a hablar porque varían según la persona... pero que le llevan a necesitar hacer algo para sentirse mejor. Y curiosamente el trolleo les hace sentir como dioses ya que en realidad, literalmente, manipulan a su antojo a mucha gente para que les monten la escenita.
Visto así, parece que esté diciendo que los trolls son personas manipuladoras e inteligentes, pero eso no es verdad, ya que no es necesario serlo. Algunos trolls aprenden por inercia de otros trolls (si no fuera por la imitación que hacen unos de otros, seguramente, no existirían) y simplemente hacen el mismo estilo de provocaciones para observar las reacciones de sus víctimas.
¿Cómo sacar partido de un troll?
Hay muchos tipos de trolleo y no me voy a extender, vamos al asunto ya que lo que quería deciros hoy es que se puede sacar partido de los comentarios de los enemigos. Muchas veces un comentario malsonante puede ayudar mucho más que el de un superfanboy que solo te dice que si a todo, que todo lo haces perfecto.
No siempre es así, pero sí que hay algunos amigos que hacen un papel parecido al fanboy, que te dicen que el trabajo que has hecho está bien, diciéndolo con toda la buena intención del mundo, pero que no te aportan información sobre si has fallado en algo.
Un troll se sentirá en su libre derecho de decirte todo lo que piensa sin pelos en la lengua. Su opinión no debería ser nunca más valida que la de cualquier otra persona, pero al menos ya tienes una opinión directa de lo que alguien piensa de ti, seguramente un poco maquillado para que parezca más desagradable y causarte enfado.
Mi consejo es intentar hacer eso, analizar los mensajes que el supuesto troll dirige hacia tí, no para gustar a todo el mundo (porque es imposible), sino porque eso puede servir para darte cuenta de cosas en las que fallabas pero que nadie se atrevía a decirte o que tu mismo no querías ver.
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